miércoles, 16 de noviembre de 2022

Abstención activista contra el diabólico globalismo / José Luis Mazón Costa *

Los dirigentes del Nuevo Orden Mundial quieren someter a la Humanidad cual si fuéramos ganado en crianza para ser comidos, a un estado totalitario nunca visto en la historia conocida.

Son los dueños de todo, del dinero del mundo que controlan por los fondos de inversión, de las grandes instituciones que manipulan a su gusto como la ONU, la Unión Europea, la OMS, de los centros científicos desde los que crearon un virus ad hoc, el COVID para llevar a cabo su programa de reducción de la población humana. creando antes la vacuna desde la cual se introducen en el propio cuerpo de los más de siete mil millones de humanos a los que ellos aspiran a gobernar en todos sus aspectos.
 
“Que tontería la vacuna un microchip”, pues no es ninguna tontería, la vacuna no es solo un microchip, es una bomba de relojería retardada, es parte del control del ganado, es un arma secreta de nuestros enemigos oscuros.
 
Manipulan las elecciones al gusto, tumbaron la victoria de Donald Trump que lideraba la resistencia del pueblo americano a este nuevo comunismo de élites, donde todos somos proletarios al servicio del Estado y ellos viven como dioses.
 
Son los que devolvieron a Sánchez al poder del PSOE, porque le vieron perfil de títere manejable; ni Sánchez sabe por qué impulsa ciertas leyes ni por qué publica y firma decretos, todo le viene dado y es que,  como Clinton dijo a una periodista,  “hay un gobierno dentro del gobierno que yo no controlo”, es una cruda realidad.
 
Los conspiranoicos son llamados como tales porque nos damos cuenta del gato encerrado y como persiguen la lucidez, ojo con decir la verdad “veritas oidum parit” que decían los romanos, la verdad engendra odio.
 
Ante las elecciones la resistencia es ABSTENERSE de ir a votar o como máximo VOTAR EN BLANCO, no ver su televisión ni visitar sus medios de comunicación, no abrir la mente a estas avispas del desasosiego que intentan meter y que son una forma de control, no ver sus películas, aislarse todo lo posible de sus influencias.
 
No podemos derrotarles frontalmente porque lo controlan todo, solo podemos cerrarle el paso a nuestra conciencia en todo lo que sea posible. Tienen un tiempo de vigencia, tienen fecha de caducidad, son una plaga planetaria que un día cesará de golpe, las langostas que la integran habrán muerto. 
 
Y entonces seremos libres. Por un tiempo, hasta que el Universo nos mande otra plaga. Esto es así, no hay paz duradera sino tras la muerte. Entre tanto queda la lucha eficaz, imaginativa, la resistencia impenitente.
 
Derrotar al diabolismo mundialista es defender la esencia de la Humanidad.
 
 
 
(*) Abogado y activista pro Derechos Humanos

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