sábado, 17 de diciembre de 2022

“¡Vivan mis mandamientos!”, dijo en 2013 el Niño a la vidente bosnia Marija Pavlovic Lunetti

 


SARAJEVO.-

1. El 25 de noviembre de 2022, la vidente Marija recibió el siguiente mensaje:

“Queridos hijos: el Altísimo me ha enviado a ustedes para enseñarles a orar. La oración abre los corazones y da esperanza; y la fe nace y se fortalece. Hijitos, yo los invito con amor: regresen a Dios porque Dios es su amor y su esperanza. Si no se deciden por Dios no tienen futuro, y por eso estoy con ustedes para guiarlos a fin de que se decidan por la conversión y la vida, y no por la muerte. Gracias por haber respondido a mi llamado”.

Desde hace varios meses la aparición de la Santísima Virgen se prolonga más de lo habitual y a veces bastante más. La vidente Marija dice que la Virgen ora largo tiempo con ella, por la paz en nuestros corazones, por la paz en las familias, y por la paz en el mundo entero. “La paz está deteriorada” (25 de mayo de 2022)

2. ¿Cómo apresurar el tiempo de paz, ese Tiempo Nuevo, que la Virgen María ha anunciado en tantas ocasiones en sus mensajes? Este tiempo bendito para el cual nos prepara corresponde sin duda al Triunfo de su Corazón Inmaculado y al Nuevo Pentecostés de Amor, cuya venida Jesús le anunció a la venerable Marthe Robin. Será también el tiempo de la Iglesia de la Luz, según lo revelado por Jesús a la mística Filiola (ver PS 1), cuando la Iglesia saldrá purificada de la dura prueba que hemos comenzado a vivir, y cuando un máximo de personas habrá optado por la vida y no por la muerte. Como siempre el plan de Dios, también para nuestro siglo, es la paz (PS 2), la verdadera paz, es decir la de origen divino, y no la frágil tranquilidad humana, tan ilusoria.

3. Excepcional anuncio del Niño Jesús. Con palabras bien concretas (“Yo soy su paz, vivan mis mandamientos”), el Niñito de Belén nos lo ha expresado en la Navidad de 2013. Aquel día por primera vez la Virgen Madre no dio su habitual mensaje navideño, sino que, ante la gran sorpresa de la vidente Marija, el pequeño recién nacido que llevaba en brazos fue quien habló. ¿Han visto alguna vez hablar a un recién nacido? Aquel día Marija sí vio uno. Sentado sobre el brazo de su Madre dijo con la autoridad de un niño de 7 años:

– “¡Yo soy su paz!”

¿Por qué buscarla fuera de Él? ¡Cuántos falsos caminos nos propone hoy en día el mundo! ¡Cuántas falsas paces tienen gran publicidad! Se las reconoce por el hecho de que dejan de lado al Cristo de la cruz y de la resurrección, como si el hombre pudiera fabricarse su propia paz y prescindir de Dios. Y así se desvía del camino del verdadero amor, le erra a la puerta de la misericordia y se ilusiona falsamente. “El fundamento de su paz es la oración” nos dice María. Sin la oración, edificamos sobre arenas movedizas. Felizmente no hay angustia demasiado profunda para Dios y nunca se rinde en su inmenso deseo de salvar a sus hijos. Y ahora ¿qué podemos hacer? Él nos da la respuesta…

– “¡Vivan mis mandamientos!”

¿Por qué caer en las trampas del Maligno? Ese príncipe de la mentira que nos hace creer que la Palabra de Dios puede obviarse, como si la luz divina que contiene fuera caduca y que el hombre hubiera encontrado algo mejor que Ella para ser feliz en la Tierra y caminar hacia el Cielo. ¡Ilusión fatal! Todo lo que Dios dice, cada una de sus palabas proviene de su desbordamiento de amor por nosotros, con miras a nuestra protección y felicidad. Ignorarlas es auto mutilarse. Es decidirse por la muerte, según las palabras de María el pasado mes (PS 3).

Cómo dejar de citar lo que Jesús le reveló a la mística Marthe Robin durante un éxtasis: ¡Si todos los cristianos vivieran su fe, el mundo entero se convertiría en el lapso de un año!

¡Oh Señor, ten piedad de nosotros! ¡Perdona nuestros pecados de omisión y nuestra indiferencia!

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