Pero esos años en los que el territorio malagueño era agasajado con oro e incienso, respondiendo a su ya evidente empuje económico, han dado paso a un periodo reciente marcado por la carestía. Los datos objetivos, plasmados en los Presupuestos Generales del Estado, así lo confirman.
Estas cuentas han mantenido en el olvido proyectos largamente demandados, como la conexión ferroviaria de la Costa del Sol (ya sea en forma de Cercanías o infraestructura compatible con la alta velocidad), aparcando incluso otros de indudable valor estratégico como el acceso norte al aeropuerto, del que aparecen menciones en los documentos oficiales desde hace más de una década.
Ahora, tras paralizar la adjudicación de las obras, el Ministerio de Transporte sigue a la espera de disponer de un nuevo proyecto constructivo.
Dos ejemplos de la gestión estatal en las últimas legislaturas. El escollo con el que se topa la provincia es que más allá de los millones que no llegan para afrontar soluciones a algunos de sus grandes retos en materia de movilidad, tampoco existe trabajo técnico alguno para planificar el futuro de un territorio que, según las estimaciones oficiales, llegará a 2 millones de habitantes en 2037.
"Al final, las infraestructuras son previas al crecimiento de las ciudades o las áreas metropolitanas; ese crecimiento tiene que ir precedido de las infraestructuras adecuadas si no queremos fracasar", afirma Violeta Aragón, secretaria general de la Asociación de Constructores y Promotores (ACP) de Málaga, quien constata cómo con la reactivación económica se empiezan a "colapsar" algunas vías de comunicación.
Bien lo saben los trabajadores y vecinos de la zona oriental de la provincia que, a diferencia de lo que sucedía años atrás, vuelven a sufrir atascos kilométricos en los accesos a la capital de la Costa del Sol.
"Hay infraestructuras básicas que tienen que atenderse de inmediato si queremos crecer como dicen las proyecciones", insiste Aragón, quien acusa al Ministerio de Transporte de "ir a la contra en los últimos años, en los que ha ido recortando la inversión para Málaga".
"Hay una paralización absoluta de la inversión y una previsión es nula para los próximos años", apostilla, remarcando que en el panorama no se atisban nuevas operaciones ni en materia de carreteras ni de ferrocarriles.
La ACP analiza desde hace años las actuaciones impulsadas por las diferentes Administraciones públicas en la provincia. Y los datos concernientes al Gobierno central son ilustrativos. De los 94 millones de euros licitados en 2021 se ha pasado a 86 millones en 2022, cayendo esta misma cuantía a 36 millones en lo que llevamos de 2023.
Este comportamiento contrasta con el que el Gobierno ha tenido con Cataluña. A mediados del pasado mes de junio, en la antesala de las elecciones generales, el Ministerio de Transporte detallaba hasta la extenuación el esfuerzo inversor realizado en esta comunidad autónoma.
En la nota informativa ponía el acento en que Cataluña se había consolidado como la primera región en el ranking de inversión del Estado y precisaba que Transporte había ejecutado 859 millones de euros en actuaciones, destacando los 425 millones del Plan de Rodalies.
De esta ambiciosa actuación se han invertido ya más de 1.000 millones, estando en marcha actuaciones por valor de otros 2.224 millones.
Una fotografía que entra en conflicto con la que se puede tomar del actual mapa de operaciones de la provincia de Málaga, que sigue sin respuesta alguna a la propuesta de prolongar el trazado del Cercanías desde Fuengirola hasta Marbella, como primera etapa.
A ojos de Carlos Miró, ingeniero de Caminos y uno de los grandes expertos en materia de movilidad en Málaga, en el escenario actual se hace perentorio disponer de un plan global del conjunto del territorio "para sopesar lo que es bueno, malo o regular", analizando cuáles son las zonas "más tensionadas", entre las que cita de manera directa toda la costa.
Para Miró, la provincia sigue beneficiándose de infraestructuras acometidas en los años 2000, "pero no tenemos visión de futuro sobre lo que va a ocurrir con la provincia a 40 años". Por ello, incide en la trascendencia de dar forma a un plan metropolitano.
La visión del Colegio de Economistas es igualmente relevante. Su decano, Manuel Méndez, reclama "unos canales de transporte eficientes" para responder a la creciente demanda de los viajeros y de las numerosas empresas tecnológicas que quieren implantarse en este territorio.
"Es más necesario que nunca interconectar las diferentes poblaciones de costa e interior con la capital, ya que la gran mayoría de viajeros vienen vía aeropuerto o AVE", apunta, incidiendo en que para posicionar la provincia "como lugar de inversiones es necesario dotarla de una buena infraestructura que permita un desplazamiento fácil y eficiente entre las poblaciones, especialmente en el área metropolitana".
Y aunque valora lo conseguido en este tiempo, advierte de la existencia de proyectos "muy ambiciosos y de muy difícil ejecución" pendientes, caso del tren litoral. "A corto plazo habrá que pensar en soluciones como autobús rápido; incluso hay propuestas para tenderlo elevado ya que en superficie parece casi imposible. O el desdoblamiento de la línea de cercanías a Fuengirola que, con una frecuencia de 20 minutos, resulta más que insuficiente para la actual demanda", enumera.
Menciona, también, el proceso de saturación que están viviendo las carreteras en la zona Este de la provincia, poniendo sobre la mesa la construcción de un tren de cercanías hasta Rincón de la Victoria.
En este contexto, Méndez advierte que de plantearse soluciones en el corto y medio plazo, "la demanda caerá buscando otros destinos; si los viajeros y nuevos residentes no ven cumplidas sus expectativas respecto de las infraestructuras, se corre el riesgo de que esa demanda se canalice hacia otros destinos". Subrayando la importancia de "cuidar estos dos puntales de la provincia: el turismo y la tecnología".
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