lunes, 4 de marzo de 2019

Paulino Plata: «El Puerto se ha quedado pequeño y la ciudad tiene que pensar hacia dónde quiere que vaya»


MÁLAGA.- La etapa de gobierno de Paulino Plata al frente de la Autoridad Portuaria ha estado marcada por la vuelta del tráfico de contenedores, que por primera vez llegan en tren desde Madrid, y por un auge de los graneles que ha agotado el espacio disponible para uso logístico. Pero también por el impulso a proyectos polémicos, como el de la noria y la torre para un hotel de lujo en el Dique de Levante. Tras el cambio de gobierno en la Junta, en los próximos días cederá el testigo a Carlos Rubio al frente de la institución. Lo entrevista Sur.

–¿En qué situación está el Puerto en estos momentos?
–Está en un situación muy saneada, hemos tenido unos años positivos, sobre todo estos tres últimos, que nos han permitido corregir todos los desequilibrios económicos y de inactividad que tenía en 2013, cuando llegué. En ese momento estaba en una situación muy delicada, se había preparado una intervención y hemos conseguido recuperarlo y ahora las cuentas están saneadas y con un magnífico futuro, aunque el Puerto de Málaga, por sus circunstancias especiales, tiene una volatilidad notable. Los tráficos hay que trabajarlos mucho, la competencia entre puertos es muy reñida, y también se da la circunstancia de que al sur tenemos un país (Marruecos) que está apostando por la actividad portuaria, con costos mucho más baratos que los nuestros. Hay que estar muy encima de la actividad comercial con las empresas que hay en el 'Hinterland' (área de influencia) para mantener los números.

–¿Cuáles cree que han sido los principales hitos de su gestión?
–El principal ha sido remontar la situación tan adversa que me encontré, de crisis profunda, en la que casi no podíamos hacer frente a nuestras obligaciones económicas, y eso se ha revertido. Durante los primeros años tuvimos un revés que fue la pérdida del tráfico de contenedores, que representaba una parte importante de los ingresos. Tuvimos que reorientarlo productivamente y recuperar el tráfico de graneles. Para eso, había que ser muy cuidadosos en cuanto a las tasas que cobramos al buque y a la mercancía porque éramos muy caros, y lo pusimos al mismo nivel de costos de otros puertos. Y convencer a los operadores que nos habían abandonado para que volvieran. Teníamos una cierta leyenda negra, que ya se ha superado, y los operadores confían otra vez, no sólo por el precio sino por la calidad de los servicios que se prestan. Prueba de ello es que se han construido muchos silos por los que se mueve un volumen de mercancías muy considerable.
Advierte de que el suelo logístico se ha agotado y propone un acuerdo con el Ayuntamiento para darle uso industrial a la zona de pescadería, donde quedan cien mil metros cuadrados.

–¿De qué se siente más orgulloso?
–Le doy mucha importancia a las relaciones humanas, estoy muy contento de haber encontrado un equipo de personas muy capaces y solventes, y todos estos resultados son fruto del trabajo en equipo. También me siento orgulloso de haber cambiado la imagen del Puerto, que hoy es muy apreciado por la ciudadanía, una parte de mucho valor de la ciudad. La consideración de los ciudadanos hacia su puerto está en máximos históricos. Buena prueba de ello es que más de diez millones de personas lo visitan cada año, es algo para estar muy orgulloso. El Puerto muestra fuera el éxito de esa operación de abrirlo a la ciudad, nos llaman de otros sitios para que les contemos nuestra experiencia, con sus luces y sus sombras, aunque el nivel de éxito es muy alto. Las tensiones entre el puerto y las ciudad siempre han sido una constante, y en este periodo he intentado que la relación fuese amigable, constructiva y positiva, y creo que se ha conseguido.

Vamos con algunos de los proyectos que se han impulsado, y empiezo por la torre, ¿cree que saldrá adelante?
–Yo espero que salga adelante, es una instalación muy importante para el puerto y para la ciudad. Para el primero, porque la actividad de cruceros es una apuesta y es la segunda fuente de ingresos, con más del 15%, y es una actividad que beneficia sobre todo a la restauración, el comercio y la hostelería. Del impacto económico de la actividad de cruceros, sólo el 10% es para el puerto y el resto para la ciudad. Por lo tanto, si esa actividad se refuerza será mejor. Lo hemos visto en otros puertos. Es fundamental para el futuro: hay una circunstancia muy especial que se da aquí y no en otros, y es que más del 30% de su superficie está compartida con la ciudad, más de 300.000 metros cuadrados, de los que una parte importante son viales perimetrales, desde la glorieta de Antonio Molina hasta la Farola, y que está a disposición de la ciudadanía. Dentro de la instalación portuaria tradicional hay una serie de proyectos que son el hotel del dique de levante, la casa de botes, los muelles uno y dos, Muelle de Heredia y parte de la plataforma de San Andrés. A esa superficie tenemos que sacarle el máximo rendimiento económico posible para ser más competitivos en relación a las tasas, porque si no será más caro y menos atractivo para las navieras. Hemos llegado a tener los coeficientes correctores más altos del sistema portuario español, y los hemos ido bajando, pero necesitamos bajarlos más, y la única manera de hacerlo es aprovechar la relación del Puerto con la ciudad. Por eso es tan importante el hotel, la futura zona de oficinas de Muelle de Heredia y otras, si no, es muy difícil que salgan las cuentas y que seamos competitivos.

Uno de los últimos proyectos ha sido el muelle para megayates.
–Es una actividad en la que hay que poner mucho interés. Los megayates tienen unas condiciones que hacen muy atractivo el poder dedicar una dársena para ellos. En el mundo hay más de 700, y a ese nivel las crisis tienen muy pocos efectos negativos, pagan tasas altas, y hay ejemplos que ponen de manifiesto que tienen un porvenir extraordinario. En Baleares la mayor parte de sus ingresos provienen de esta actividad, con instalaciones dedicadas a la reparación de barcos, con más de mil proyectos al año, que dan empleo a 3.000 personas y más de 500 millones de euros de facturación. Es a segunda actividad más importante tras el turismo. Nosotros tenemos una ciudad y un entorno muy turísticos, en el paso entre las dos zonas de mayor actividad de megayates, que son el Mediterráneo y el Caribe, con unas condiciones geoestratégicas y técnicas para desarrollar esta actividad. Además, tenemos un aeropuerto internacional de primer nivel, y Puerto Banús está muy cerca. Tiene un porvenir extraordinario si se sabe manejar adecuadamente.

La noria ha sido y es un proyecto polémico, ¿qué futuro le ve?
–La noria puede permanecer pero se tienen que ajustar a lo que marcan las normas, a la superficie donde pueden ubicarla, en la zona que marca la Deup (la normativa urbanística portuaria) para ese tipo de usos, y tienen que llevar a cabo esa adaptación con una solicitud previa lo antes posible.

Pasamos al segundo bloque y hablamos ahora del futuro, ¿qué debe ser el Puerto para la ciudad?
–Desde que se llevó a cabo el Plan Especial hasta finales de 2018, cuando hicimos la concesión del último suelo disponible, hemos visto que el Puerto se nos ha quedado pequeño. En tan solo 20 años la mayor operación para ampliarlo se ha consumido y tenemos que pensar qué queremos hacer en el futuro, qué queremos ser de mayores. Esa reflexión hay que hacerla con otras instituciones, como el Ayuntamiento, con todo el 'Hinterland', que atiende a una parte del territorio andaluz y nacional. Y tiene como elemento central si queremos un puerto potente o si nos conformamos añadiendo algunas superficies que en poco tiempo serán insuficientes. Hay que mirar a lo que ocurre con otras grandes ciudades del Mediterráneo: en Barcelona y Valencia los puertos representan una parte muy importante de la riqueza y el empleo de esas ciudades y de sus zonas de influencia, lo que no ocurre aquí. Málaga tiene que valorar si este es el modelo que le interesa o no. A mi juicio, necesita un puerto comercial potente para que se pueda desarrollar la economía y diversificarla. Tenemos una actividad turística y agraria de mucho nivel, pero necesitamos también un sector industrial, y tiene como pilar fundamental el puerto. En esta cuestión debe ponerse mucho talento para llegar a conclusiones. Si no, estaremos siempre cojos de un sector industrial, que genera empleo estable y mejor retribuido, y que da más estabilidad a la economía de cara al futuro. Además, hay que reflexionar con cierta rapidez porque estos proyectos son muy lentos de desarrollar y habría que tomar decisiones sin alargar mucho los plazos.

Crecimiento

La realidad es que el suelo industrial portuario está agotado, es posible seguir creciendo en el espacio que queda o hay que plantear la expansión hacia otras zonas?
–Esa es precisamente la cuestión sobre la que hay que reflexionar. Dentro del Plan Especial todavía hay cosas que hacer, por ejemplo, en pescadería, que tiene una superficie adicional de unos cien mil metros cuadrados, que es imprescindible desarrollar lo antes posible. Este quizás sea el proyecto más inmediato que tendrá que abordar el nuevo presidente, cómo incorporar a la zona industrial este muelle de unos 175 metros, creo que es urgente. Pero todo esto son incorporaciones de pequeña escala en relación con lo que necesita Málaga y su 'Hinterland', que es un gran puerto industrial, que no es incompatible con que Algeciras lo tenga.

Tras su experiencia como presidente, ¿hacia dónde cree que debería ir el Puerto de Málaga?
–El Puerto tiene que seguir en la dirección de la buena gestión, de buscar equilibrios que permitan entenderse con el Ayuntamiento y con el 'Hinterland' de influencia. Tiene que atender nuevas actividades económicas como la de los megayates, que mejoren el reconocimiento turístico de Málaga, con proyectos de cinco estrellas para elevar la consideración que tiene, que es muy alta. Es un equilibrio que se tiene que mantener mediante un diálogo continuado con las instituciones, para que todo el mundo trate de aportar. Es fundamental que pensemos en la función industrial del Puerto, que hay que cuidar, al igual que las relaciones con el norte de África, Marruecos y Tánger particularmente, porque se pueden derivar cosas muy positivas para ambas ciudades. Espero y deseo que tenga los mayores éxitos, y que, junto con mi equipo, es a lo que hemos contribuido humildemente.


«El auditorio en San Andrés es posible, pero antes hace falta más suelo industrial»
A propósito de la disponibilidad de suelo, el alcalde sigue pidiendo el auditorio en San Andrés, que está ocupado por silos de graneles. ¿Qué opina?

–Sobre el auditorio siempre he dicho que ese suelo está disponible para realizar esta actividad, otra cosa es cuándo. Si se hace la ampliación de pescadería sería perfectamente posible atender ambas cosas, la necesidad de suelo industrial y la demanda municipal. Pero eso debe ir de la mano, y permite conciliar el interés del Ayuntamiento por esa infraestructura cultural y el del Puerto por tener una superficie industrial para atender a la demanda. Este año vamos a tener un incremento espectacular en la importación de vehículos y ya no tenemos suelo.

–Liberar ese suelo que ahora es industrial para un uso ciudadano cuando vemos que hay esas carencias no parece muy lógico.

–Es cuestión de acomodarlo en el tiempo, esa superficie ahora está ocupada y habría que buscar suelo fuera del Puerto para ubicar esas instalaciones. Eso es un reto para los nuevos gestores.

–¿Qué va a ocurrir con los desarrollos que no se han podido hacer, como Muelle de Heredia y el puerto deportivo de San Andrés?

–Espero que se puedan generar propuestas. En relación al puerto deportivo de San Andrés, después de la iniciativa que estamos desarrollando en la dársena de Guadiaro para megayates, creo que a continuación habrá que sacarlo a concurso. Lo que pasa es que está muy condicionado por el auditorio, habrá que ver de qué manera se independizan ambos para que una cosa no limite a la otra. Las previsiones que teníamos y espero que se mantengan eran sacar durante la segunda parte de este año el puerto deportivo a concurso, porque hay interés de los inversores.
En Muelle de Heredia no hay ninguna propuesta concreta sobre la mesa. Vino una que pretendía desarrollar unas instalaciones comerciales pero el Plan Especial prevé que tiene que ser para oficinas y para eso todavía no hay ninguna propuesta. Pero en el futuro lo habrá porque Málaga está en primera línea del interés de los inversores.

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