MÁLAGA.- Málaga será, un año más, la locomotora de la economía andaluza,
protagonizando el mayor crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) en
la región. El conjunto de la comunidad autónoma avanzará al 2,7%, un
ritmo más moderado que el alcanzado en 2017 (3%), pero Málaga se
adelantará al pelotón con un 3,1%, según el último informe de Analistas
Económicos de Andalucía (AEA) que recoge el diario Sur.
Esta tasa de incremento es ligeramente
superior a la que pronosticó la misma entidad hace tres meses. El motivo
de esta revisión al alza es que en el último tramo del año pasado se
aceleró la mejora de los indicadores de demanda interna, según explicó Felisa Becerra, coordinadora de este estudio, que está patrocinado y
publicado por la Fundación Unicaja.
La entidad de
estudios prevé que después de Málaga, serán Sevilla y Cádiz las
provincias más dinámicas (2,9% de crecimiento del PIB previsto). Huelva y
Jaén podrían mostrar tasas en torno a la media andaluza (2,6%),
mientras que Almería, Granada y Córdoba serían las más rezagadas (2,5% y
1,8% respectivamente).
Respecto al empleo, AEA no hace previsiones por provincias, así que hay
que conformarse con el pronóstico lanzado para el conjunto de la región.
En este sentido, el crecimiento previsto del empleo se situaría en el
2,5% (2,3% en España), según el consejero delegado de esta entidad de
estudios, Rafael López del Paso.
Por su parte, el número de parados
disminuiría en un 7,3%, situándose la tasa de paro en el promedio de
2018 en el 23,7% (15,3% en España), 1,8 puntos porcentuales por debajo
de la registrada en 2017. Hay que tener en cuenta que Málaga ya está por
debajo de esa tasa: acabó 2017 con un 20,7%.
Dado que su economía va a
crecer más rápidamente que la del resto de provincias, cabe esperar
también un avance más vigoroso del empleo, así como que la tasa de paro
baje por fin del umbral del 20%.
«La provincia mostró un mayor dinamismo a medida que avanzaba el año
2017, lo que se ha reflejado en la trayectoria positiva del empleo, en
el repunte de la demanda tanto interna como exterior y en el buen tono
del sector inmobiliario», apuntan los autores del informe, que ponen un
'pero' a la creación de empleo: «Conviene reseñar que la provincia
malagueña ha experimentado el mayor aumento interanual de la
temporalidad, de tres puntos porcentuales, hasta situarse en el 33,7%
del total de asalariados en el cuarto trimestre de 2017%», comentan.
Aunque
todos los sectores de la economía malagueña están contribuyendo de
forma positiva al crecimiento del PIB, los dos grandes motores de su
crecimiento son la construcción –cuya recuperación está ya fuera de toda
duda– y el turismo.
Respecto a este último sector, Becerra destacó la
recuperación de la demanda nacional que se está observando en estos
primeros meses de 2018 y recordó la necesidad de trabajar en la calidad y
la diferenciación de la oferta turística para que la recuperación de
los destinos competidores (como Túnez) no trunque la buena evolución de
este sector.
La experta restó importancia al hecho de que este año
puedan no crecer las pernoctaciones, ya que recordó que se han sucedido
varios récords históricos seguidos y el crecimiento «no es infinito».
Respecto
al sector inmobiliario, el informe del Grupo Unicaja destaca cómo todos
los indicadores dan señales positivas: la compraventa de viviendas
creció un 13,4 % en 2017, con la novedad de que los inmuebles nuevos
vuelven a repuntar; los bancos concedieron casi un 19% más de hipotecas y
el valor tasado de la vivienda libre se incrementó un 3,9%.
En cuanto a las exportaciones de las empresas malagueñas, siguieron
creciendo a buen ritmo en 2017 (un 10%), pero quedaron totalmente
eclipsadas por las importaciones, que se dispararon nada menos que un
58%. Este fuerte repunte de las compras al exterior se debió a la
adquisición de bienes de equipo, concretamente de aeronaves. En
consecuencia, la balanza comercial dejó un saldo negativo de casi mil
millones de euros.
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