El documento propone la elaboración, en colaboración con la UMA, de un estudio exhaustivo que permita cuantificar el impacto de esta actividad turística tanto a nivel medioambiental como a nivel económico y sanitario. La finalidad de este estudio sería poder ordenar de manera eficiente el fénomeno de los cruceros en la capital.
"Los cruceros, pese a constituir un bajo porcentaje de la flota total, son los que más partículas de carbono negro emiten. En Barcelona, los estudios demuestran que los cruceros contaminan tres veces más que todos los coches que circulan por la ciudad", ha señalado el concejal en el Ayuntamiento Nicolás Sguiglia.
Si bien en la moción se destaca la relevancia económica que el turismo tiene para la ciudad y la provincia, también se pone de relieve "la necesidad de disponer de datos claros y fiables sobre este sector", ya que, aseguran, "el aumento de este tipo de turismo provoca una presión añadida sobre la calidad de las aguas marinas, un mayor consumo de recursos como agua y energía, un incremento en los residuos generados o una mayor necesidad de transporte entre el puerto y los principales focos receptores de turismo de la ciudad" apunta el escrito.
En este sentido, Sguiglia ha manifestado que "no es coherente poner en marcha una Zona de Bajas Emisiones (ZBE) en el centro de la ciudad, restringiendo vehículos motorizados contaminantes a la vez que a 100 metros se permite el crecimiento ilimitado de los cruceros". "El turismo es importante, pero el mar, el clima, y la salud de nuestra gente lo son más aún", ha aseverado.
Desde la coalición de izquierdas reclaman un "informe científico que permita examinar e intervenir los impactos que esta actividad genera en Málaga".
"No contamos con estudios
económicos rigurosos que determinen los ingresos y los costes que
implican el turismo de cruceros para todos los malagueños y las
malagueñas", ha expuesto la portavoz de Con Málaga en el Ayuntamiento,
Toni Morillas.
La propuesta presentada por Podemos-IU y que se
sometiera a votación en la próxima comisión de medioambiente, reclama
un estudio impulsado por el Ayuntamiento junto a la UMA que permita
determinar cuáles son los impactos reales y que "ayuden a la elaboración
de propuestas y buenas prácticas de turismo de cruceros sostenible,
cumpliendo con el acuerdo aprobado en el Pleno de Mayo de 2022".
Respecto al impacto medioambiental la propuesta incide en la
necesidad de trabajar junto a colectivos ecologistas en definir
estrategias que reduzcan el impacto de este turismo así como estudiar
estrategias de actuación que puedan remediar una hipotética pérdida de
competitividad en el sector.
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