sábado, 26 de enero de 2019

Otras pruebas complementarias de la autopsia de Julen precisarán la causa de su muerte

MÁLAGA.- A las cuatro de la madrugada, el cuerpo del pequeño Julen salió por fin de esa montaña que se negaba a devolverlo y fue trasladado al Hospital Clínico Universitario, donde se le hicieron pruebas radiológicas y escáneres a fin de comprobar si presentaba fracturas o lesiones internas. Después, el furgón de la funeraria judicial lo condujo hasta el Instituto de Medicina Legal (IML), según relata Sur.

El examen forense comenzó solo unas horas después, sobre las 8.30. No fue una autopsia convencional. Además de los dos médicos que exige la ley cuando se trata de este tipo de muertes, se incorporaron otros tres compañeros más para que fuese lo más exhaustiva posible. La mitad del Servicio de Patología del IML participó en el estudio.
El resultado preliminar de la autopsia sitúa la fecha de la muerte en el 13 de enero, es decir, el mismo día en que el pequeño Julen cayó por el pozo de 25 centímetros de diámetro. 
No obstante, el estudio de la data en niños es más complejo que en adultos, por lo que, para mayor exactitud, tendrá que ser determinado mediante pruebas complementarias.
Los galenos observaron que el menor presentaba traumatismos en la cabeza que podrían ser la causa del óbito, aunque, como en el caso de la data, esta hipótesis está a expensas de los resultados del laboratorio. 
Las fuentes consultadas resaltaron que esos golpes serían compatibles con la caída y con el propio tapón que se formó sobre él.

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