MADRID.- La obra que se realizó en la finca de Totalán no contaba con
los permisos necesarios para ejecutar el pozo de 100 metros, tal y como
ha reconocido la Junta de Andalucía.
A su vez, el propietario de la parcela tenía intención de hacer obras en la zona. Esa podría ser la razón por la que el pozo en el cayó el joven Julen estaba abierto y no sellado, según indica RTVE.
La dureza de las rocas ha obligado hasta en cuatro ocasiones a los guardias civiles del Servicio de Montaña, especialistas en espeleología
y 'microvoladuras', a introducir cargas explosivas en los orificios de
la roca para hacer pequeñas detonaciones y abrir camino a los mineros.
Los agentes se han centrado en intentar aclarar si la zanja donde esta
el pozo es anterior o posterior a la prospección. Resolver esta
incógnita podría ser la clave para saber por qué el pozo estaba
abierto.
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