MÁLAGA.- El Instituto Nacional de Toxicología de Sevilla espera tener en ocho o
diez días los resultados de los estudios y análisis de las muestras del
cuerpo de Julen,
el niño de dos años cuyo cuerpo fue localizado sin vida casi 13 días
después de caer en un pozo de la localidad malagueña de Totalán.
Así
lo han asegurado fuentes del Ministerio de Justicia, quienes han
apuntado que las muestras recogidas en la autopsia preliminar no han
llegado aún a Sevilla, lo que esperan que suceda este martes.
El
cuerpo de Julen fue encontrado a las 01.25 horas de la madrugada del
sábado por los equipos de rescate que lo buscaban en el pozo de tan sólo
25 centímetros de diámetro.
La autopsia del cuerpo se
practicó el mismo sábado por parte de cinco forenses y reveló la
presencia de politraumatismos y traumatismos en la cabeza.
Así, las
muestras tomadas, como se hace habitualmente, servirán para ampliar los
resultados preliminares de la necropsia y concretar más las
circunstancias de la muerte.
La investigación sobre la muerte del pequeño se centra por el momento en determinar si hay responsabilidades penales relacionadas con ese agujero por el que se precipitó y las condiciones en las que se encontraba.
Tras
incoar diligencias, el 14 de enero, un día después de la caída de
Julen, el Juzgado de Instrucción nº 9 de Málaga requirió a la
Guardia Civil la información que dispusiera, según han apuntado fuentes
de la investigación.
Dicho cuerpo, en concreto el Servicio de Protección
de la Naturaleza, remitió un informe que llegó a la instructora el día
17 de enero, con las gestiones realizadas hasta ese momento.
En ese informe, que incluye estudios urbanísticos de la zona, se indicaban las posibles infracciones en cuanto al pozo,
como que las obras no contaban con autorización alguna, la ausencia de
medidas de seguridad y los movimientos de tierra en la zona; así como
las declaraciones testificales del que hizo la prospección y del dueño
de la finca, en las que aparecerían «contradicciones», según las
fuentes.
Investigar el tapón
El delegado del Gobierno en
Andalucía, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, señaló en rueda de prensa
el sábado que la posición que tenía «hace determinar que la caída fue
libre y rápida hasta la cota en la que se le encontró», que fueron unos
71 metros.
Asimismo, en rueda de prensa añadió que tras la caída
al pozo el niño se topó con un suelo, precisando que, a partir de esa
cota el pozo estaba relleno de tierra y «por encima también tenía un
tapón».
Además, añadió que el aire que pudiera existir era el que había
entre los pies y la cabeza del pequeño.
Sobre la causa del tapón,
dijo que «hay diversas teorías pero ninguna con certeza», añadiendo que
hay varias tesis como que en la propia caída fuera albergando arena, ya
que, eran paredes «muy imperfectas y arenosas»; precisando, no obstante,
que se tendrá que investigar.
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