MÁLAGA.- "La cicatriz va a quedar para siempre", ha afirmado hoy
el alcalde de Totalán, Miguel Ángel Escaño, respecto al trágico
suceso del niño Julen, de 2 años, cuyo cadáver fue encontrado el pasado
sábado tras trece días de operativo de rescate en un profundo y
estrecho pozo en el que se le buscaba a las afueras de la localidad.
Alrededor de medio centenar de personas han acudido hoy al minuto de
silencio que se ha realizado al mediodía por tercera jornada consecutiva
en las puertas del Ayuntamiento durante el tercer y último día de luto
decretado por el consistorio, en el que las banderas han ondeado a media
asta o con un crespón negro.
El alcalde ha declarado a los medios que "no hay punto y
final en esta historia", sino que todavía quedan "muchas cosas que
hacer", en referencia al apoyo que precisa la familia tras el trágico
suceso y a las diligencias judiciales que ya se han abierto para
investigar lo ocurrido.
"Todos los vecinos están muy
implicados y han vivido en primera persona todo el transcurso", ha
resaltado Escaño, que ha apuntado que la marca física que ha quedado en
el pueblo, la de las tierras revueltas donde se rescató el cuerpo del
pequeño, está ya a disposición judicial para su investigación.
Junto a la casa en la que se improvisó el puesto de mando del
operativo de rescate, esta mañana todavía quedaban estacionadas algunas
brocas y camiones-grúa, que deberán volver a sus labores habituales tras
dos semanas en las que los cuerpos de seguridad y los habitantes del
pueblo se han volcado.
Una de las vecinas asistentes
al minuto de silencio, visiblemente afectada, ha expresado que "la
angustia no se va" y que siente que tiene a Julen "aquí dentro" de sí
misma.
Varios de los presentes en el minuto de
silencio han sostenido un cartel que rezaba "Julen en nuestros
corazones", una iniciativa de la escuela infantil "Azahar", que también
ha llevado a la concentración a una decena de niños de hasta 3 años
acompañados de sus padres y con globos con forma de corazón rojos y
blancos en los que se podían leer las palabras "Julen" y "Totalán".
La maestra y directora de esta escuela infantil -la única del pueblo-,
Paula, ha contado que las profesoras se han sentido "muy tocadas"
por el suceso, ya que Julen tenía una edad similar a la de los niños
que ella cuidan.
"Es como si hubiera un alumno
nuestro", ha sentenciado la directora, que desde la guardería -situada
frente a la montaña- ha podido seguir "día a día" los intentos de
rescate y ha querido recordar al pequeño mediante este "detalle" de la
escuela infantil.
"Le he explicado a los niños que
en Totalán tenemos un ángel y que le vamos a hacer una cosa bonita", ha
relatado esta maestra, a la que le gustaría que el cartel que ha ideado y
ejecutado personalmente le llegara a los padres de Julen.
José Vázquez, vecino de Totalán "de toda la vida" -según ha indicado-, ha explicado que, durante el operativo de rescate, escuchó todas
las noches el trabajo de las máquinas, lo que ha supuesto una espera que
en el pueblo ha supuesto "una pesadilla grande".
"Poquito a poco el pueblo irá volviendo a la tranquilidad, pero ahora
mismo está roto totalmente", ha destacado Vázquez, que no recuerda
ninguna "cicatriz" parecida en esta localidad, Totalán, en la que ha
desarrollado su vida.
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