MÁLAGA.- Diez años se cumplen ya desde que Pablo Ruiz
Picasso volvió a la ciudad que le vio nacer a través de un museo en el
Palacio de Buenavista. Un espacio del que "Málaga ha hecho una
referencia internacional" y que "debe seguir avanzando", en palabras de
la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz.
En el marco de los actos de conmemoración del décimo aniversario
del Museo Picasso Málaga (MPM), numerosas autoridades del mundo de la
política, de la cultura y de la vida social se han dado cita este sábado
en el auditorio de la pinacoteca para rendir homenaje a sus principales
artífices; entre ellos, Christine y Bernard Ruiz-Picasso, nuera y
nieto, respectivamente, de este genial artista.
Precisamente, del genio Díaz ha dicho que su figura reúne
conceptos como "libertad, creatividad, talento, rebeldía, investigación,
conocimiento, espíritu crítico, innovación...", y sobre todo "mucho
trabajo". También ha asegurado que "no hay una ciudad en la que la
identificación con un artista sea más patente y evidente que en el caso
de Málaga y Picasso".
Ha recordado la "difícil" tarea de hacer realidad este museo
dedicado a la obra del artista malagueño. Sin embargo, "los andaluces
supimos aunar esfuerzos y voluntades para hacer posible erigir en este
antiguo Palacio de Buenavista un magnífico espacio museístico que
albergara la excepcional obra de uno de los más grandes de nuestros
artistas".
Algo que ha sido posible, ha destacado, gracias a "la gran
generosidad y complicidad de Christine y Bernard Ruiz-Picasso; el
compromiso firme de la Junta de Andalucía, y el trabajo y entrega de
muchos malagueños y andaluces".
El MPM, en el que, según ha asegurado Díaz, "vamos a seguir
centrando nuestro trabajo y parte de nuestros recursos" porque "debe
seguir avanzando", es ya "una referencia ineludible para medir la
capacidad de una Andalucía moderna, de vanguardia y emprendedora".
De hecho, la jefa del Ejecutivo andaluz ha resaltado que "ha
adquirido una madurez y un reconocimiento que ha superado las fronteras
locales de la ciudad y ha cambiado el turismo", haciendo hincapié en que
no es casualidad que coincida el nacimiento de la pinacoteca y el
despegue de Málaga como ciudad artística.
"Málaga es una ciudad volcada en la cultura que ha hecho de este
museo una referencia internacional, una relación desde Andalucía con las
instituciones más importantes y prestigiosas del mundo y que está
permitiendo trabajar en ese eje picassiano en el que la fundación está
inmersa", ha valorado. De todos modos, ha incidido en que sobre todo "ha
generado patrimonio personal y colectivo; ha contribuido a la economía y
a crear empleo".
Durante su discurso, la presidenta ha defendido la importancia de
la cultura porque "sin ella no hay progreso". Pero una cultura, ha
precisado, "incluyente, abierta, sabia, que pretendemos que sea también
un factor de calidad de vida y de integración social". Según Díaz, "la
inversión en cultura tiene siempre un retorno social y económico".
Y, precisamente, por ello, "el Gobierno andaluz está comprometido
con la cultura como verdadero elemento transformador de la sociedad y
por los espacios culturales como es este museo, que ha generado no solo
riqueza personal, conocimiento y disfrute para los ciudadanos, sino
también crecimiento económico y empleo".
A su juicio, en esta época de dificultad y de gran incertidumbre
social "tenemos la obligación de devolver la dignidad a la cultura y
situarla en el centro mismo del debate político y social de nuestro
tiempo".
"La cultura es, sin duda, nuestra seña de identidad", ha
apostillado, agregando que "la gente está ávida de cultura".
Díaz ha subrayado que "la democracia y nuestra autonomía nos ha
permitido asumir el compromiso irrenunciable de cerrar viejas y
dolorosas heridas y recuperar a muchos de los tuvieron a la fuerza que
abandonar nuestra tierra". En este punto, ha mencionado no solo a
Picasso, sino también a Antonio Machado, Rafael Alberti, María Zambrano,
Francisco Ayala o Federico García Lorca.
Por su parte, el nieto de Picasso e hijo de Paul ha puesto en
valor la transformación que en los últimos 10 años ha experimentado la
ciudad de Málaga, especialmente su centro histórico, pero no solo
físicamente, sino también en "la actitud de la gente".
Ha destacado el trabajo del personal del MPM porque "necesitamos
un nivel de calidad y lo hemos mantenido".
"Eso es fantástico", ha
subrayado, confiando en que los éxitos conseguidos continúen en "los
próximos 10 años y más".
Muy emotiva se ha mostrado la exconsejera andaluza y exministra de
Cultura Carmen Calvo, ya que en torno a este proyecto, que ha
calificado de "regalo", no solo tiene recuerdos políticos, sino también
"personales".
Así, ha mencionado a muchos, pero especialmente a Christine
Ruiz-Picasso, "una mujer solvente, admirable, segura y austera", que
"quería cumplir el deseo de Picasso, volver a su tierra con su obra". Y
es que, según ha dicho, esta pinacoteca "nació de una generosidad
extrema y de una confianza absoluta".
Calvo ha relatado cómo apareció "ingenua" en la casa de la nuera
de Picasso en la Provenza francesa, con un mantón de Manila beis,
"comprado con dinero público", para "pedirle, en nombre de todos los
andaluces, que me escuchara de modo que, en un momento en el que
Andalucía se reivindicaba para sí misma en la cultura de España, el
deseo de Picasso se pudiera alcanzar".
Y después de momentos difíciles se logró "repatriar artísticamente
a Picasso a España", una tarea en la que ha resaltado también el papel
de Bernard y de su esposa Almine. Porque, según Calvo, "ésta es la
historia de una familia" y de un segundo mantón de Manila regalado, en
esta ocasión rojo, "el color de la bandera de España y de la pasión".
Por último, el catedrático malagueño y miembro del primer
patronato del MPM, Eugenio Carmona, ha recordado, en un día nublado como
el de este sábado, cómo aquel 27 de octubre de 2003 el museo fue
inaugurado, con la presencia, entre otros, de los reyes de España, y
cómo con "la lluvia tupida e incesante, ante la mirada atónita de los
habitantes de la Costa del Sol, que esperaban un día radiante, Picasso
llegó como una promesa de fecundidad".
"Y así ha sido", ha apostillado.
Carmona, quien ha subrayado que el proyecto del MPM difícilmente
hubiera encontrado su lugar en Málaga si Andalucía no hubiera tenido un
Gobierno propio, ha afirmado que "el esfuerzo en pro del Museo Picasso
fue colectivo, una suma de inteligencias".
Con José Lebrero como director del MPM la relación entre la
pinacoteca y la sociedad malagueña se encuentra en "pleno idilio", según
el catedrático. Así, ha resaltado la apertura decidida al arte moderno y
contemporáneo y la internalización del museo.
En este punto, ha incidido en que el MPM ha permitido definir "un
modelo único y pionero de la relación entre lo público y lo privado" y
ha creado una tipología de institución cultural, la de "museo con
espacio urbano asimilado", logrando "transformar la presencia de Málaga
en el contexto de las ciudades europeas". "Ahora es concebida como una
ciudad de la cultura", ha indicado.
Pese a todo lo positivo, ha reivindicado apartarse de "sombras
oscuras" en torno al proyecto picassiano, advirtiendo de "los peligros
de la banalización y de la tergiversación de finalidades". Ha hecho
hincapié en que "la cultura es un bien en sí mismo y puede y debe ayudar
al desarrollo de otros ámbitos, económico e industrial, pero no ponerse
al servicio de ellos".
La colección permanente del MPM, que permitió a Picasso volver a
su ciudad 122 años después de su nacimiento, cuenta con 233 obras de
fondo y 43 cedidas en comodato por la Fundación Almine y Bernard
Ruiz-Picasso para el Arte (FABA). Custodia, además, dos cuadros
depositados en 2007 por el Ministerio de Cultura y un grabado de la
Colección Varez Fisa.
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